UN POCO DE MI

Soy una persona sensible
con muchas aspiraciones y sueños a medio cumplir pero sigo trabajando para lograr mis metas. Me gusta todo lo que tenga que ver con la Naturaleza porque creo en la Creación de Dios. Dios, es mi eterno profesor que nos ama tal como somos, pero que al mismo tiempo, desea transformarnos amorosamente para ser luz en medio de la oscuridad. Dios es amor, y ese amor debe reflejarse en Sus hijos. Una vida cristiana es un ramo de experiencias que nos ayudan a crecer y a valorar lo que nos a sido dado. Nada sucede por casualidad y todo es necesario para aprender en forma práctica a ser mejores. Creo lo que dice Isaías en la Biblia: Los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Cristina


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¿Eres Vengativo?





Han oído que fue dicho: «Ojo por ojo», y: «Diente por diente». Pero yo les digo: No monten resistencia al que es malo; sino si alguien te pega en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Al que quiera ponerte litigio para quitarte la camisa, déjale que también tome la capa. Si alguno te obliga por conscripción a llevar su carga una milla, ve con él dos. Al que pide de ti, dale; y al que quiere tomar de ti prestado, no le des la espalda.



Hace un par de años, una amiga me insultó de tal manera que yo estaba asombrada por sus palabras: "No voy a descansar hasta verte arrastrando por el suelo, te odio a ti y tu maldita fe, eres una mala cristiana, Dios no te ama"... y varias cosas mas. ¿Por qué? Porque ella me tiró unos papeles de Jesús al piso y yo le dije que respetara mi creencia. Yo era muy ingenua y creía a todas las personas. Me sentí muy mal pero no abrí mi boca, me sentía demasiado triste como para ni siquiera hablar. Hasta el día de hoy esta amiga me detesta por mi amor a Dios, pero yo no le tengo una gota de rencor, todo lo contrario, oro por ella y su familia. He comprendido que las personas que reaccionan mal llevan cargas que la gente desconoce. Duele sentirse defraudado, pero Dios nos dice que no debemos vengarnos, que debemos poner la mejilla y pedir perdón incluso por lo que no hacemos. A veces, esos pequeños detalles harán comprender a las personas que somos reales y verdaderos y que nuestra fe es verdadera y que vale la pena callar cuando nos hieren. Poner la otra mejilla, no significa que no debamos a veces reprender a una persona, pero a veces es mejor callar y esperar en Dios para que restaure a la otra persona. Para la honra y gloria de Dios, jamás le he pedido a Dios venganza, todo lo contrario, siempre que me hacen algo que no comprendo, empiezo a analizarme profundamente y a pedir a Dios me muestre lo que hice sin darme cuenta. Y Dios trabaja en mi y al mismo tiempo en la otra persona a la cual comienzo a bendecir enseguida. Si alguien te ha dañado, bendice a esa persona y perdónala. Pide a Dios que te ayude a sensibilizar tu corazón para mirarla con el amor de Cristo. Te aseguro, que Dios mirará esos deseos en ti y no tendrás que vivir con la aflicción del deseo de venganza. Bendice aunque te odien, bendice aunque te miren feo, bendice aunque te roben y te maltraten. Bendice como Dios bendijo en la cruz y dijo: "Perdónalos Padre, no saben lo que hacen". A veces dañamos también y no nos damos cuenta, y no desearíamos que desearan vengarse de nosotros, sino tenernos misericordia. Si bendecimos en vez de maldecir, nuestro corazón recibe una paz independiente de como nos sintamos fisicamente. No temas perdonar, es un remedio que te hará amar a tus enemigos y te hará amarte a ti mismo. No es fácil, pero con la ayuda de Dios, todo es posible. Sobre todo, si tienes un familiar con problemas, pon tu mirada en Cristo y mira a esa persona a través de Jesús.



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JUAN 11 LA HISTORIA DE LA RESURRECCION DE LAZARO

JUAN 11


Me conmuevo cada vez que leo esta historia en la Biblia. Dos hermanas, tan distintas la una de la otra, pero amadas por Dios de igual manera. He escuchado a muchos cristianos predicar que debemos ser como María, la que oraba y alababa a Dios en todo tiempo. Pero, Marta, era la mujer práctica, la que servía y la que se preocupaba de que todo estuviese dispuesto y en orden no es muy nombrada.

No creo que a Jesucristo le gustaría que estemos todo el día orando, nos olvidemos de las labores de la casa, atender a la familia o los varones pasen arrodillados sin hacer nada por ganarse el pan diario. Es necesario orar pero sin descuidar lo otro. Las dos cosas en forma balanceada producen grandes cambios. En esa oportunidad, existía un gran dolor por la pérdida de Lazaro. María tranquilizó el dolor orando y clamando arrodillada. En cambio Marta, se puso a limpiar. Fue su forma de vivir su dolor, invirtiendo su tiempo en algo que la mantuviera ocupada, por eso estaba alerta a todo lo que pasaba a su alrededor.

La tradición judía pensaba que cuando las personas morían, su espiritu andaba vagando por tres días. Por lo mismo, ellos enterraban a sus muertos pasados tres días, porque tenían esa esperanza que el espiritu volviera al cuerpo. Si Jesucristo hubiese regresado a resucitar a Lázaro antes de los tres días, la gente hubiese dudado de Su poder. Por eso se demoró 4 días.

Cuando Jesucristo llegó, lo primero que hizo Marta fue correr hacia el, porque ella era activa, siempre haciendo algo, así que estaba pendiente de lo que sucedía. María en esos momentos necesitaba estar en íntima comunión con el Padre, orando y clamando y no se dio cuenta que Jesucristo venía. Muchas veces, las Martas son criticadas por las Marias y viceversa, y no alcanzamos a comprender que son las dos tan necesarias que vivir separadas es casi imposible.

Me puse a pensar que cuando yo estoy bien, animada y tranquila, sobre todo cuando lo estoy pasando mal por alguna situación en mi vida, estoy por segura que hay Marias orando por mí. Si yo veo a personas que sufren, debo portarme como Marta y atenderlas en sus necesidades. Creo que sería bastante imprudente decirle a una persona que sufre que se vaya tranquila, que yo voy a orar por ella, sin darle en esos momentos lo que necesita. Hablo incluso de una taza de café y unos oídos para escuchar.

Estoy segura que Marta estaba orando por María también, que mientras hacia las cosas, estaba clamado por su hermana que lloraba desconsolada. Las dos estaban sufriendo, y las dos amaban al Maestro y el las amaba a ellas. ¿Y Jesucristo que hizo?

JESUCRISTO RESUCITO A LAZARO, y les dio un tremendo regalo a las hermanas. Estoy convencida que ellas saltaban y lloraban de alegría al ver a su hermano vivo. Debe haber sido una escena maravillosa.

María era pasiva y Marta activa, pero las dos importantes para el Maestro.

Dios nos bendiga a todos y seamos como María y Martas unidas, para que nuestras vidas sean prosperadas en todas las areas.

Dios les bendiga
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NUNCA ES TARDE

A veces los más jóvenes miran a los ancianos como si ya hubiesen perdido todo en la vida. Lo bueno, es que Cristo no se olvida de ellos y tiene una paciencia infinita.

Hoy tuve que trabajar en una Residencia de ancianos y tuve la oportunidad de conocer a una anciana que tiene 98 años. Dios me dio la bendición de darle a conocer el plan de Salvación y ella aceptó a Jesucristo como Su único y personal Salvador. A pesar de su edad, esta anciana tenía claridad en su mente y me contó lo mucho que ha sufrido en esta vida. Perdonó a su marido, quien la golpeaba por cualquier motivo y se reconcilió con Dios.

Si tienes un anciano en tu familia recuerda lo que dice la Biblia:

Levítico 19:32
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.

Debes respetar a los ancianos porque Dios lo dice en Su Palabra. No los descrimines por su edad sino escúchalos porque de ellos aprenderás mucho. No te preocupes si no piensan como Tú o si no son creyentes. Deja que Dios sea el que los juzgue, pero si está en tus manos, háblales de Dios y recuérdales que El, nuestro Creador no los ha olvidado.

Bendiciones