UN POCO DE MI

Soy una persona sensible
con muchas aspiraciones y sueños a medio cumplir pero sigo trabajando para lograr mis metas. Me gusta todo lo que tenga que ver con la Naturaleza porque creo en la Creación de Dios. Dios, es mi eterno profesor que nos ama tal como somos, pero que al mismo tiempo, desea transformarnos amorosamente para ser luz en medio de la oscuridad. Dios es amor, y ese amor debe reflejarse en Sus hijos. Una vida cristiana es un ramo de experiencias que nos ayudan a crecer y a valorar lo que nos a sido dado. Nada sucede por casualidad y todo es necesario para aprender en forma práctica a ser mejores. Creo lo que dice Isaías en la Biblia: Los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Cristina


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UN PEDAZO DE CIELO EN LA TIERRA


Quiero recordar esos momentos en que estabas a punto de entregar tu vida por la humanidad. Dios amado, tus lágrimas de amor aun nos mojan y nos lavan. Te diste entero por nosotros, para rescatarnos del pecado y de las manos de nuestro enemigo. Ahora somos libres por tus llagas y nos has regalado un pedacito de cielo dónde quiera que vayamos. Estás dentro de nosotros y somos los encargados de llevar tu Presencia a un mundo hostil, lleno de odio y de maldad. Cuando oraste por nosotros pediste que fuésemos guardados para que el maligno no nos tocara. Padre, ayúdanos a comprender que nadie nos puede hace daño y que nos hiciste libres por la sangre que derramaste en la cruz del calvario. Dios amado, tu amor es tan grande que no alcanzamos a comprenderlo con esta mente finita, pero sabemos que todas las cosas ayudan a bien a tus hijos. Hay momentos en que todo se ve oscuro, que pareciera que vamos nadando en contra de la corriente, pero amado Dios, al pasar los momentos de crisis, nos damos cuenta con alegría que hemos madurado un poco más y que te conocemos mas íntimamente. Nos abrazamos a tus pies, besamos las huellas por donde nos guías porque sin ti no somos nada. Padre, gracias por morir por nosotros en la cruz. Esa muerte tan cruenta nos ha dado la entrada a tu reino maravilloso. Calles de oro, mar de cristal, flores con aromas maravillosos. Hemos encontrado el tesoro, ahora somos ricos, inmensamente ricos porque te tenemos a ti Rey de gloria. Si antes lloraba por mis faltas, ahora agradezco que me perdones cada día y por la paz tan grande que me entregas. Eres mi amado, mi motivo para existir. Que se abran los cielos, que los ángeles desciendan para que todos juntos adoremos tu Santo Nombre. Que los niños corran y salten, que los animales brinquen de gozo, que las estrellas dancen en el firmamento, que el sol y la luna sonrían a mirarnos, porque estamos alabando al Rey de reyes y Señor de Señores.

JUAN 11 LA HISTORIA DE LA RESURRECCION DE LAZARO

JUAN 11


Me conmuevo cada vez que leo esta historia en la Biblia. Dos hermanas, tan distintas la una de la otra, pero amadas por Dios de igual manera. He escuchado a muchos cristianos predicar que debemos ser como María, la que oraba y alababa a Dios en todo tiempo. Pero, Marta, era la mujer práctica, la que servía y la que se preocupaba de que todo estuviese dispuesto y en orden no es muy nombrada.

No creo que a Jesucristo le gustaría que estemos todo el día orando, nos olvidemos de las labores de la casa, atender a la familia o los varones pasen arrodillados sin hacer nada por ganarse el pan diario. Es necesario orar pero sin descuidar lo otro. Las dos cosas en forma balanceada producen grandes cambios. En esa oportunidad, existía un gran dolor por la pérdida de Lazaro. María tranquilizó el dolor orando y clamando arrodillada. En cambio Marta, se puso a limpiar. Fue su forma de vivir su dolor, invirtiendo su tiempo en algo que la mantuviera ocupada, por eso estaba alerta a todo lo que pasaba a su alrededor.

La tradición judía pensaba que cuando las personas morían, su espiritu andaba vagando por tres días. Por lo mismo, ellos enterraban a sus muertos pasados tres días, porque tenían esa esperanza que el espiritu volviera al cuerpo. Si Jesucristo hubiese regresado a resucitar a Lázaro antes de los tres días, la gente hubiese dudado de Su poder. Por eso se demoró 4 días.

Cuando Jesucristo llegó, lo primero que hizo Marta fue correr hacia el, porque ella era activa, siempre haciendo algo, así que estaba pendiente de lo que sucedía. María en esos momentos necesitaba estar en íntima comunión con el Padre, orando y clamando y no se dio cuenta que Jesucristo venía. Muchas veces, las Martas son criticadas por las Marias y viceversa, y no alcanzamos a comprender que son las dos tan necesarias que vivir separadas es casi imposible.

Me puse a pensar que cuando yo estoy bien, animada y tranquila, sobre todo cuando lo estoy pasando mal por alguna situación en mi vida, estoy por segura que hay Marias orando por mí. Si yo veo a personas que sufren, debo portarme como Marta y atenderlas en sus necesidades. Creo que sería bastante imprudente decirle a una persona que sufre que se vaya tranquila, que yo voy a orar por ella, sin darle en esos momentos lo que necesita. Hablo incluso de una taza de café y unos oídos para escuchar.

Estoy segura que Marta estaba orando por María también, que mientras hacia las cosas, estaba clamado por su hermana que lloraba desconsolada. Las dos estaban sufriendo, y las dos amaban al Maestro y el las amaba a ellas. ¿Y Jesucristo que hizo?

JESUCRISTO RESUCITO A LAZARO, y les dio un tremendo regalo a las hermanas. Estoy convencida que ellas saltaban y lloraban de alegría al ver a su hermano vivo. Debe haber sido una escena maravillosa.

María era pasiva y Marta activa, pero las dos importantes para el Maestro.

Dios nos bendiga a todos y seamos como María y Martas unidas, para que nuestras vidas sean prosperadas en todas las areas.

Dios les bendiga
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NUNCA ES TARDE

A veces los más jóvenes miran a los ancianos como si ya hubiesen perdido todo en la vida. Lo bueno, es que Cristo no se olvida de ellos y tiene una paciencia infinita.

Hoy tuve que trabajar en una Residencia de ancianos y tuve la oportunidad de conocer a una anciana que tiene 98 años. Dios me dio la bendición de darle a conocer el plan de Salvación y ella aceptó a Jesucristo como Su único y personal Salvador. A pesar de su edad, esta anciana tenía claridad en su mente y me contó lo mucho que ha sufrido en esta vida. Perdonó a su marido, quien la golpeaba por cualquier motivo y se reconcilió con Dios.

Si tienes un anciano en tu familia recuerda lo que dice la Biblia:

Levítico 19:32
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.

Debes respetar a los ancianos porque Dios lo dice en Su Palabra. No los descrimines por su edad sino escúchalos porque de ellos aprenderás mucho. No te preocupes si no piensan como Tú o si no son creyentes. Deja que Dios sea el que los juzgue, pero si está en tus manos, háblales de Dios y recuérdales que El, nuestro Creador no los ha olvidado.

Bendiciones